Dialectic and reasoned foundation, origin of the work
Resulta conveniente mantener a la población entretenida en asuntos y cosas superfluas con las que distraer y apartar su mente de la realidad cuando está no resulta lo suficientemente amable. Al pueblo hay que darle de comer y alimentar su ilusión con pequeños placeres para evitar focalizar su participación y con ello una posible injerencia, en los planes o conjuras que traman y se traen entre manos políticos y gobernantes. A la prole hay que abstraerla y hacerla participar de una farsa generalizada, dentro de un teatro de diversión y ocio que le pueda servir de disfrute procurando a su vez quede oculto que son ellos mismos a la vez el público y los principales actores de la representación, los intérpretes de la tragicomedia, quienes reirán, pero quienes también más sufrirán y padecerán por ella. Al pueblo no le importa estar sumido en la ignorancia si eso le hace feliz, es más, se congratula de ello si la risa, la carcajada o la charlotada que provoca le hacen protagonista y objeto de admiración o devoción. A la gente le encanta mofarse de sus políticos, saca puntilla de todas sus trastadas y desaciertos haciendo de ello manifestación pública sin darse cuenta de que son precisamente ellos, el hazmerreír objeto de los abusos, la malversación y los fraudes que llevan a cabo sus gobernantes. El exceso de optimismo acaba pasando factura, ver el vaso siempre medio lleno puede que te impida ser lo suficientemente crítico como para intentar reprimir los malintencionados instintos del tramposo defraudador. Es mejor que la fuerza de la multitud permanezca dividida para evitar la algarada y el desorden, es conveniente generar el caos buscando con ridiculeces el enfrentamiento entre unos y otros para que nunca pujen por una misma causa, los gobernantes nos prefieren ignorantes porque de la ignorancia surge el miedo y con ello la necesidad de amparo y protección, la pantomima que promete un gobierno impostor. Esto es uno tras otro en el intercambio de poderes y legislaturas lo que nos ofrecen nuestros líderes, indiferente resulta el color, el signo, la ideología o la posición.
“Tiempo de recreo en familia. La función está a punto de comenzar y ningún lugar para contemplar la representación resta vacante, el éxito está asegurado, el público se involucra y es parte de la función, son y forman el núcleo esencial del espectáculo”.
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”