Dialectic and reasoned foundation, origin of the work
El éxito o el fracaso de un país como nación obedece sólo y exclusivamente a las capacidades y a la idoneidad de sus gobernantes. Ellos son los responsables de conducir a la ciudadanía al desarrollo y la mejora o en su caso al descalabro y al hundimiento. Son quienes han de poner sobre la mesa un proyecto viable y serio que en definitiva será lo que establezca el rumbo, el destino y el desenlace de su pueblo. Ellos son quienes han de encontrar el modo y manera de motivar hacia la eficiencia creando y fomentando condiciones que les permitan trabajar y prosperar dentro de un entorno estable y seguro, así como de concienciar, sin necesidad de imponer de manera autócrata mediante el baldío recurso de la fuerza, para que estos actúen por y para el bien del conjunto, de tal manera que el objetivo sea siempre ganarse al pueblo con el ejemplo, creando normas y leyes ecuánimes y eficientes. En este caso el carisma es un simple traje, escasamente convincente y válido únicamente de cara a la galería, pero nuestros líderes al margen de ello han de ser aquellos quienes hayan demostrado ser los más doctos, los más eruditos, sabios e ilustrados, quienes dispongan de unas cualidades óptimas para llevar a cabo dicha tarea, pero en el momento en que se tolera encaramar al poder a cualquier mequetrefe, carente de sólida experiencia contrastada, no será duda que todo cuanto apruebe o ratifique no serán más que inútiles preceptos de un régimen que adolecerá de base estable y fiable. La teoría es mera hipótesis, aunque buena instrucción, pero la gobernación ha de estar sustentada principalmente por la experiencia y un profundo conocimiento sobre el terreno de los problemas y responsabilidades que el cargo sustenta. Las leyes pueden destruir tanto o más que construir si no se llegan a estudiar concienzudamente el alcance y la repercusión que la toma que ciertas medidas puedan ocasionar.
"Damos por aprobado y muy erróneamente, que es sabio todo el docto teórico por haberse aleccionado en la materia, a pesar de no haber tenido nunca la suficiente experiencia práctica sobre su conocimiento, cuanto no es aún más que prácticamente un incompleto analfabeto. El saber teórico jamás podrá suplir ni suplantar a la sabiduría práctica, pero en conjunto forman un tándem perfecto y necesario"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras”