Dialectic and reasoned foundation, origin of the work
Hasta que mi ser casi anulado quede emparentado con la resignación, con el conformismo y con la sumisión, gritaré y me rebelaré ante tanta injusticia creciente al punto de que la fuerza de mi cuerpo me permita negarme a asumir este abismo de incompetencia que nos rodea. Muchos, demasiados son los individuos que pretenden vivir a costa de la gente humilde y de buena voluntad. Esta es una condición, la debilidad de corromperse, que se expande y se contagia, haciendo que aquellas personas de coherencia transformen su conducta y su manera de hacer hartos de ser vilipendiados, volviéndose individuos indeseables, insociables e insolidarios. Son tantos los que se apuntan al carro de abusar del trabajo y el buen comportamiento de la mayoría, son tantos los parásitos de esta plaga, que logran fomentar con el ejemplo todo el proyecto de éxito de esta organización mafiosa del estado. Se utiliza el amaño, la corrupción y el abuso de poder convirtiéndolo en un instrumento de uso cotidiano al cual se apuntan todos cuantos gobernantes y dirigentes de menor calado se van añadiendo y sumando a esta larga lista de corruptos que va “in crescendo” sin escrúpulos ni remordimiento alguno. Apoyados siempre en la mentira, en algunas ocasiones bien porque ya vienen viciados de estamentos inferiores, por deseo propio o por la imposición de la ley del silencio y la amenaza de sus camaradas inmersos hace ya tiempo en el hábito de dichas prácticas, que sin otro, no les queda más remedio incurrir en la labor de taparles o arroparles para así evitar posibles represalias. De una u otra forma esto hace que el pueblo llano sea siempre el traumático sufridor que sustenta las consecuencias, el que aguanta ser una y otra vez pisoteado, exprimido e insultado en su decencia hasta que la situación se vuelve insostenible y sin más remedio los acontecimientos le conducen a la sublevación, a una revolución en la que con justicia impune los gobernantes acabarán sus días sufriendo y padeciendo en la cárcel, bien guillotinados o masacrados sin contemplación cuando no son acogidos en el exilio por otros dirigentes tan perversos como él. Es el punto en el cual el vaso se desborda, el pueblo es paciente, es tolerante, es condescendiente en demasiadas ocasiones, pero resulta demoledor cuando logra romper el lazo de confianza con sus gobernantes. Los pueblos necesitan líderes honestos, algo realmente escaso y casi en extinción, gente con la capacidad de pedir perdón por alguna equivocación, pero no desea que le tomen el pelo una y otra vez, esto es algo que nadie debiera de aguantar ni sufrir en propias carnes, pero se repite sucesivamente como algo irremediable. El mayor de los problemas es que el lobo siempre permanece al acecho oculto por una piel de oveja engañando al conjunto de sus simpatizantes y cuando al final logra entrar en el corral, descarnará cuantas ovejas su furia le permita hasta saciar su hambre. Esta expresión que se utiliza para describir a alguien que tiene una apariencia inofensiva o inocente, pero que en realidad es peligroso o malicioso, es la cara oculta de la mayoría de los impostores que se alzan como soberanos en toda democracia. Pero el pueblo que es un núcleo sólido, luchará con su último aliento y hasta su último latido en la defensa de sus corderos, de la insaciable sed de riqueza y poder de los tiranos.
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”