Dialectic and reasoned foundation, origin of the work
En tan lucrosa pandemia de sanos enfermos el gran negocio es la enfermedad. Las multinacionales farmacéuticas se frotan las manos vendiendo a precios inflados productos de dudoso resultado que no solo no mejoran la salud del individuo sino que le introducen en el abismo de la dependencia y del consumo de drogas legales, que en algunos casos son iguales o peor que las ilegales. A igual manera para los gobiernos “globalistas”, las pandemias y los desastres naturales provocados de manera intencionada parecen ser un medio válido que ayuda a reducir el número de la población mundial, pues al parecer sobra una gran multitud de personas y el índice de población actual, ahora envejecida, ya no es sostenible para la economía, de ahí que urja encontrar medidas para revertir la tendencia de crecimiento poblacional. Pero que casualidad que entre aquellas personas a las que hemos de descartar no se encuentran ni ellos, ni sus familiares, ni los líderes que promueven dichos movimientos. Se nos advierte del exceso de población mundial y de la necesidad de su contención pero sin disimulo y de manera descarada se planifican y desarrollan maneras para eliminar más o menos selectivamente a la población. En algunos casos se invita a las personas ancianas a auto eliminarse para no ser un lastre y una carga económica para las generaciones venideras, aún sabiendo que las nuevas oleadas de población están ya o se dan en gran medida por perdidas para la sociedad..En realidad es ésta una manera de fomentar y crear limpiezas étnicas territoriales con el fin de acomodar los recursos de que dispone nuestro planeta a un número limitado de personas elegidas sólo y exclusivamente a dedo por ellos. Los medicamentos en algunas ocasiones llegan antes que la enfermedad. Se crea un fármaco pensando en el consumo masivo que vendrá a posteriori tras promover dicho medicamento entre docentes o bien manipulando cifras de chequeo y análisis clínicos para generar la necesidad en el paciente. Se nos avisa que deberemos de estar preparados para futuras pandemias, pero muy posiblemente esas pandemias se llevan gestando hace bastante tiempo en la cabeza de algunos enfermos mentales. No dudo que muy posiblemente en momentos puntuales se hayan hecho experimentos y ensayos a pequeña escala en núcleos rurales de países del tercer mundo con compuestos de alto riesgo y peligrosidad en virtud de promover nuevos fármacos y muy posiblemente también con alteraciones genéticas del ADN o de algunas de las variantes víricas que hayan afectado o puedan afectar al ser humano, quizás por tan solo un plato de comida. Esto no es nada más que el proceso habitual que en ocasiones ha utilizado la ciencia tras haber aplicado estos ingredientes con anterioridad a animales menores, mamíferos, hasta llegar a la última etapa que es el escalafón humano. Por supuesto que no hay nada nuevo que antes no se haya hecho de igual manera y de forma lícita o ilícita puesto que durante las grandes guerras estos experimentos se hicieron con prisioneros y gente considerada perdida para la sociedad. Por ideología o por economía la medicina y la farmacia han sido uno de los mejores instrumentos para las élites de poder para con ello alcanzar sus objetivos de rentabilidad y precisamente las farmacéuticas junto con los combustibles fósiles y la energía son sin duda los sectores más rentables de negocio para las grandes corporaciones y para que eso continúe siendo así necesitan tener una población enferma atrapada en el consumo capaz de invertir todos sus ahorros y parte de sus ingresos en lo que ellos nos venden como alimentos y productos de la salud y del progreso y la escusa, como siempre... ¡el miedo...!
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”