¿Somos realmente conscientes de todo cuanto sucede en nuestro entorno durante situaciones de un tiempo presente...? ¿Estamos capacitados para reparar en el presente de los hechos y de las cosas cuando éstas apenas duran exiguos lapsos de tiempo...? No, indudablemente no disponemos de la capacidad de percibir aquellos sucesos que ocurran o puedan ocurrir en tiempo real cuando apenas duren milésimas de segundo, pues para nosotros esa unidad de medida así como tantas otras que están por debajo de ella nos resultan imperceptibles. Cuando esto ocurre, en momento cual queramos darnos cuenta o tener constancia del acontecimiento, éste ya habrá comenzado a formar parte del pasado. Tan sólo y únicamente nos hace ser conscientes de vivir o haber vivido el presente de esos sucesos imperceptibles, todos aquellos pormenores que por intuición o por lógica nos han permitido que lleguemos a la conclusión de que acabarán formando parte del presente y que el futuro dejará de serlo cuando éste comience a ser parte del pasado. Son momentos ausentes de un presente que nunca existió ni existirá para un ser humano. Son vicisitudes muchas de ellas de enorme aceleración que en ningún caso por ahora facultan, a fin de poder ser apreciadas con sutileza, posibilidad alguna de ralentización. A igual modo son cada vez más frecuentes las ocasiones y multitud de situaciones en las que con nuestro "taquicárdico" sistema de desmedido funcionamiento diario del tiempo dejamos pasar sin saborear ni disfrutar.

"Aquellos años y aquellos momentos en los que el tiempo aparentó desde nuestra perspectiva actual, estar ralentizado."

“”Ciencia y cosmos” es parte del título de una serie secuencial de obras que hacen referencia a aquellos logros y descubrimientos científicos o tecnológicos que le han permitido al ser humano obtener un salto cualitativo y cuantitativo en su desarrollo.”