El “PinArt” permite crear relieves en tres dimensiones tomando como base una pantalla de clavijas o barritas metálicas con cierta holgura entre ellas de tal forma que, alineadas horizontalmente sobre un panel vertical al ser apretadas con un molde u objeto original por su parte trasera posterior, se logra proyectar igual realce al original en su parte frontal, obteniendo con ello un modelo escultórico en metal realmente impactante. Se devuelve su aspecto original al panel de clavijas una vez que este se gira en posición horizontal. La pantalla PinArt fue patentada por Ward Fleming y a pesar de no ser este el punto de partida de la denominada escultura en metal 3D creada a partir de planos y multitud de piezas que aun no representando nada en sí mismas, sí que lograban dotar de sentido a un conjunto cuando se agrupan con cierta perspicacia, sirvió de inspiración a numerosos artistas que se apoyaron en ella para recrear formas escultóricas y relieves dinámicos o en movimiento. Amparado en este tipo de procedimientos, la escultura contemporánea y los grandes conjuntos escultóricos de nuestro tiempo comenzaron a escapar de la concepción de ser únicamente un prototipo estructurado al amparo de sólidos materiales basados en piedra, metal o madera e incluso de algún que otro material menos noble de parecidas características, pudiendo armonizar y crearse un todo a partir de simples partes que se integren en un único motivo. Si bien está sujeto a limitaciones, su resultado permite disponer de una visión ambivalente de la pieza al mostrar tanto su cara cóncava como convexa. Sobre ella los efectos de iluminación juegan a menudo al engañoso papel de hacer dudar a la vista sobre su posición, obligando al espectador a realizar un ejercicio de intencionalidad para determinar en cada momento cual es cual de esas caras.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Pin_Art

"Representación de una superficie PinArt formada por multitud de piezas idénticas dotadas con la capacidad de cierta movilidad que les permite posicionarse a distintas alturas, creando con ello fantásticos relieves"

“Quietud y Flema” es parte del título de una serie secuencial de obras que son una pretendida apuesta por romper con el global de la obra de este autor, en su conjunto dinámica, incesante y de una agitación extrema, tal y como no podía ser de otra manera tratándose de un fiel reflejo del imperante modo de vida en el que se desenvuelve. Un remanso de paz en el que parece reconciliarse con el resto de la humanidad."