Dialectic and reasoned foundation, origin of the work
La impaciencia nos delata, se ha esfumado por el camino gran parte de ese temple y de la serenidad que nos caracteriza. Nos apremia la premura y es por ello por lo que hacemos hincapié en buscar siempre el trayecto más corto, la ruta que nos permita llegar a nuestro destino con la mayor anticipación posible. Conocedores de que el tiempo nos es limitado, que sobre él no se concede ni se otorga excedencia alguna y apegados a ese afán por aprovechar, cuando no de apurar cada segundo, hemos ajustado nuestra vida a un cronómetro que ya no tiene como referencia la luz solar, sino que mide en décimas de segundo, tan valiosos cada uno de ellos como escasos e imperceptibles, de ahí ese interés por dedicar a cada cosa tan sólo el tiempo justo que requiera para alcanzar su propósito sin que reste margen posible para el despilfarro, buscamos la manera de poner al alcance de la mano nuestro objetivo y nuestros fines con inmediatez. Todo se proyecta como una carrera en la que no hay contrario, no se compite contra nadie, apenas siquiera contra la naturaleza, sino para superar y adelantarnos a nuestra propia evanescencia. En ocasiones no se repara en la dificultad ni en el coste, tampoco en los inconvenientes que esto pueda acarrear y sin reparo comenzamos a delinear puentes capaces de acercar ambas orillas hasta lograr alcanzar esa mayor brevedad, ese trayecto reducido que, a pesar de no ser siempre el camino más seguro, tan siquiera el más fiable e incluso no habiendo creado unos cimientos sólidos que nos garanticen con éxito su paso, preferimos tomarlo como atajo buscando las artimañas para que cueste lo que cueste, encontrar la manera de conseguirlo. Por su puesto la trampa existe y no siempre se usan las formas y medios más ortodoxos de lograrlo, en ocasiones se juega con la suerte aminorando los márgenes y confabulando la manera en que burlar las leyes físicas o las reglas del juego, muy a pesar del coste en vidas que ello suponga. La pequeñez sobre la que se emplaza la escala humana nos condiciona enormemente, de hecho, tan sólo nuestro entorno natural más próximo hasta hace muy poco nos resultó inalcanzable a la escala que hoy en día lo conocemos y entendemos y en la medida en que nos apartamos de él nos aparenta aún mucho más inconmensurable e intangible, lo cual no es inconveniente para qué en algún momento, tarde o temprano sea excusa o motivo para intentar ponerlo un poquito más a nuestro alcance.
"Para el ser humano toda dificultad supone un reto, un atractivo desafío que en ocasiones le conduce a un callejón sin salida, quizás a un punto sin retorno y sin vuelta atrás, pero todo ello no es más que una provocadora tentación que le anima a dar un gran salto al vacío, incluso sobre aquellos proyectos que parecen algo poco menos que imposibles de llevar a cabo"
“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”