Pocas cosas suceden por casualidad, nada surge o se provoca sin motivo ni causa que lo justifique o al menos esto es lo que nuestra experiencia nos dicta a día de hoy y quizás en el fondo sea simplemente una de las pocas verdades absolutas que podamos sustentar por el momento. Desconoceremos multitud de cosas o aparentaremos en otros casos fingir y tal vez así sea, que la ignorancia en multitud de ocasiones fuere la que guiare nuestro maltrecho camino, pero es mucha y muy diversa la cantidad de información que nos aborda como para desconocer los indicios que conducen a resultados aparentes y concluyentes que no hayamos podido pronosticar de antemano. Me niego a pensar que tan sólo es cuestión de analfabetismo, aquél no de quien carece de la habilidad de leer y escribir, sino del que aún desconoce como usar la razón y el juicio para sacar conclusiones certeras, lo incuestionable es que a pesar del empeño, muchos comienzos son también parte del final.

El viejo continente yace dormido desde su nacimiento buscando el modo y la manera de evitar fabricar y producir para no contaminar el planeta, de no comer o alimentarse para no sacrificar a otros seres vivos y de imponer castigos por cuanto el ciudadano hace a diario en pro de su supervivencia con imposiciones económicas, en tanto aquello de lo que tanto Europa necesita para subsistir y en lo que tanto invierte que es la preparación y la formación de las nuevas generaciones, es cada vez más deficiente, incompetente, dependiente y cuantos escapan a esto, salen huyendo hacia nuevos horizontes para buscar un futuro y crecer como personas. El talento se escapa a la fuga, también el que hubo entre nuestros políticos y gobernantes, pues apenas nos restan puñados de burócratas sin preparación que persiguen y se pelean por un cargo público como hienas desmedidas devorando las instituciones y degradando el sistema con una multitud de favores, abusos, tropelías y el despilfarro que se permiten acometer a su favor y el de sus colaterales. El europarlamento es un nido de corruptela sobre la que la propia Europa ni manda, ni gobierna, está completamente sobornada, vendida al mejor postor y a los flujos de capital de grandes multimillonarios que hacen del continente un baladí juguete de marioneta. Ya nadie cuenta con Europa, está completamente desfondada, ha quedado como un mero parque temático que turistas de todo el mundo vienen a visitar en períodos vacacionales, en él todo es vetusto, se palpa la humedad, la podredumbre y la melancolía, es una bella postal para el álbum de fotos y nada más. Posiblemente hasta los autóctonos acaben extinguiéndose, pues las enormes riadas de inmigrantes ilegales que las mafias espetan en el interior de sus fronteras acaben creciendo de manera desmesurada y desmedida anulando por completo el escaso estímulo que se dedica para incentivar y elevar el nivel de natalidad. La alborada de aquella ilusión que emergió con el empeño de unir a una gran multitud de ciudadanos que durante muchos años fueron enemigos, brotó entre oscuras tinieblas que le han impedido acercarse sin notoria percepción del barranco al que le conduce y en su ceguera desprenderse al vacío. El cercano ocaso es tan cierto como su futuro incierto.

“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”“Los valores bajo los que se sustenta nuestra sociedad nacen del materialismo puro. El pragmatismo y los intereses materiales son la única y fundamental ambición en torno a lo cual todo gira. Las imperfecciones en el comportamiento y las pautas del ser humano son la consecuencia extrema de asociar hedonismo y materialismo y esto es lo que analiza esta serie de obras.”